"Gracias por
el No Ruso"
"Los hechos de los hombres grandes se quedan con nosotros después de que ellos se van"

'Gracias por el No Ruso'. Así se llama el monumento en memoria de Vitali Churkin y de su veto en el Consejo de Seguridad de la ONU sobre la resolución sobre Srebrenica. El monumento fue instalado por los serbios en Sarajevo del Este, en Bosnia. Una placa de color negro con el retrato del diplomático y una corta frase que esconde mucho más que la fuerza del carácter, la energía, la valentía y el talento para la diplomacia.
A menudo se olvida que el servicio militar y el diplomático tienen mucho más que ver entre sí de lo que parece a primera vista. Es el Estado que decide, qué 'arma' es más adecuada para un momento concreto: la espada de un guerrero o la pluma de un diplomático. Incluso existen dos nociones antiguas: 'hombre de guerra' y 'hombre de consejo'.

Pero la esencia es la misma: es un servicio abnegado en interés de su país en sus relaciones con otras potencias. Abnegado, sin reservar fuerzas y vida misma. Vitali Ivánovich Churkin fue tal diplomático.
Joven y canoso: así, con una espesa cabellera plateada, Churkin apareció en las televisoras de todo el planeta en 1986, en vivo y en pleno 'asalto' por parte de los congresistas estadounidenses. Fue él, el segundo secretario de la Embajada soviética en EEUU, quien asumió la responsabilidad de contar al mundo sobre la tragedia de Chernóbil.
"¿Y no le parece que la catástrofe de Chernóbil demuestra que la URSS está al borde del colapso?", le preguntaron.
"Y no le parece a usted que la catástrofe del transbordador 'Challenger' demuestra que EEUU está al borde de colapso", paró el diplomático soviético.
El tema no volvió a mencionarse en aquella discusión.
Su inglés impecable, una reacción rápida y la capacidad de asumir la responsabilidad, merecieron comentarios respetuosos en los medios de EEUU. Y por primera vez, quizá, se había demostrado la apertura de Moscú hacia una cooperación para manejar las consecuencias del desastre.
Amaba con locura su trabajo: le interesaba y le provocaba placer. Al ver sus intervenciones como representante permanente de Rusia en la ONU, se aprecia enseguida su sinceridad, su franqueza, su pasión y sus emociones a la hora de defender el honor de su patria.
"Quisiera preguntarle al estimado señor representante de Estados Unidos: las armas de destrucción masiva, ¿las encontraron en Irak o todavía no? ¿Y no serían las amenazas de usar la fuerza militar contra otro miembro de la ONU, o incluso borrarlo de la faz de tierra, lo que está resonando desde Washington?"
Con todo respeto hacia sus colegas, respondía con habilidad —y a menudo de una manera mordaz y viva— a sus quejas y ataques. Las disputas más calientes, cubiertas por todos los medios internacionales, las protagonizó junto a la representante permanente de EEUU, Samantha Power.

No había escasez de choques: las situaciones en Ucrania y Siria los proveían de una manera ejemplarmente regular. En diciembre de 2016, al discutir la situación en la ciudad siria de Alepo, Power criticó las acciones de los militares sirios. En respuesta, Vitali Churkin le aconsejó que recordara las acciones de su propio país:
"He considerado especialmente rara la intervención de la representante de Estados Unidos, que ha construido su discurso como si fuera la Madre Teresa de Calcuta. ¡Recuerde a qué país representa usted! ¡Recuerde su propio historial! Y solo después póngase a argumentar desde el punto de vista moral o desde cualquier otro tipo de superioridad. Creo que Dios y la historia llegarán a comprender quién tiene la culpa de qué"
A la hora de defender públicamente las posturas, Churkin no se detenía en las ceremonias. Por ejemplo, podía aconsejarle a la misma Power, tras su encuentro con las integrantes de Pussy Riot, que las invitaras a actuar en la Catedral de Washington y a realizar una gira por el Vaticano y el Muro de los Lamentos en Jerusalén:
"Estoy esperando ver cuándo [Power] invitará a las chicas de Pussy Riot a actuar en la Catedral de Washington. Estoy esperándolo. Quizá después organicen una gira mundial para ellas: la Catedral de San Pablo en Roma, luego tal vez la Meca en Arabia Saudí, y finalmente un concierto de gala ante el Muro de los Lamentos en Jerusalén. Si Samantha Power no lo consigue, estaré decepcionado"
"Sirvió como representante permanente en una de las épocas más difíciles de las relaciones ruso-estadounidenses, y lo hizo con dignidad y sabiduría"
Henry Kissinger, exsecretario de Estado de EEUU
"Y este estrés sin parar cada día. Saben, la diferencia de horarios entre Moscú y Nueva York es de ocho horas. En Nueva York hace falta hacer mucho: preparar un discurso para explicar nuestra posición, enviar a Moscú la información sobre [las posturas de] otros países, recibir órdenes, garantizar el cumplimiento de esas órdenes. Diría que es un trabajo muy duro. Un trabajo de 24 horas diarias."
Serguéi Ordzhonikidze, ex secretario general adjunto de la ONU
"He trabajado durante mucho tiempo como intérprete, incluso traduje para [Leonid] Brézhnev en mi juventud", contaba Churkin.

Esa experiencia de intérprete, la habilidad de reaccionar de inmediato, el sentido de humor, así como el conocimiento de la lengua y el humor inglés, fueron sus armas invencibles.
Los colegas de otras delegaciones y los periodistas que trabajaban en la ONU, en particular los británicos y los estadounidenses, apreciaron reiteradamente como podía 'mandar' —sarcástica-, pero a la vez diplomáticamente— a sus oponentes en una polémica:
"Como quizás muy pocos diplomáticos, Vitali Churkin realmente fue amado por la gente común. Vitali Ivánovich contaba que durante sus viajes a la capital utilizaba el metro de Moscú, donde a menudo era reconocido. A veces, con el deseo de mostrar agradecimiento al diplomático, se daban los encuentros más sorprendentes. Un hombre, músico de profesión, le prometió a Churkin directamente un concierto en el metro. Otro, que reconoció al embajador ruso, lo invitó enseguida a un restaurante, y al rechazar este la invitación, al día siguiente le envió a la recepción del Ministerio de Asuntos Exteriores unas botellas de coñac de Daguestán"
Olga Denísova, corresponsal de Sputnik en la ONU
"Esta persona no solo resistió los golpes sino que encarnaba en sí mismo, en su voluntad, su energía, sus conocimientos y su intelecto lo mejor que se acumuló y se manifestó en la política exterior de Rusia durante décadas. Fue el símbolo de una indoblegable fe en la veracidad de nuestra causa y nuestras convicciones"

Seguéi Riabkov, viceministro de Exteriores de Rusia
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